¿Y si...?

Este sería el punto final que acabaría con todo, pero como veis, elegí la coma.

Maldita coma, esa que no deja terminar lo vivido, esa que te espera después de un pasado que creías que no podía tener retorno. Ahí está, dispuesta a todo, a hacerte recordar lo sentido en el preciso instante en el que cruzas por instinto tu mirada con unos ojos que rezuman misterio. 

Tiemblan a galope los glóbulos de mis arterias, siento como en segundos, las mariposas van a tropel hacia mi estómago. Tiene pinta de que lo que siento solo es una experiencia, un recuerdo vano que siempre se quedará en coma.

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