De mentira

Sábanas, persianas bajadas y soledad. Todo se ha desvanecido con el paso de los minutos.

Llega la primera bocanada de aire, y por fin los pulmones se liberan de los cristales rotos. La sensación de paz es perfecta, y aún así nada funciona, soy de mentira por dentro. 

A veces en estos momentos sobran hasta las letras, y sin poder plasmar nada en la hoja de papel de mi cerebro, cojo los auriculares, cierro los ojos, e intento alejarme de mis miedos. 

Será mejor que suba el volumen. 

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